Curiosidades sobre «23 Otoños antes de ti»


He tardado bastante en esta ocasión, pero es que han sido meses de arañarle horas al día para escribir mucho, de cerrar proyectos, de no tomarme las cosas como una obligación y de disfrutar delante del teclado. Y ahora sí, aquí están las curiosidades de «23 Otoños antes de ti». Contienen spoilers, aviso. Mil gracias por la acogida que le habéis dado a Luke y Harriet durante estos meses, ¡espero que os guste recordarlos! Y, si tenéis curiosidad, aquí tenéis también las de «33 Razones para volver a verte» y «Llévame a cualquier lugar».

1. Escribí «23 Otoños antes de ti» durante la primavera del 2015, justo después de terminar «Sigue lloviendo» y antes de embarcarme en «El día que dejó de nevar en Alaska». Todavía no sabía si a la editorial le iba a interesar publicar una serie, pero tenía tan claro que quería escribir esta historia que no pensé en nada antes de empezarla.

2. Es una de las novelas que más rápido he escrito. Tardé alrededor de tres meses y todo fue muy sencillo, porque los personajes fueron guiándome y lo único que tuve que hacer fue plasmar sobre el papel lo que ellos me iban contando (no estoy loca, no).

3. La historia sigue el mismo esquema que la anterior. Y sí, sé que algunas lectoras se quedaron con ganas de conocer a Luke de niño en esos primeros capítulos, pero como dije cuando hablé de la primera entrega, en esta serie, para mí, ellas, las protagonistas, son muy importantes. Por eso les doy voz en el epílogo, que narran en primera persona del presente.

4. Me encantan los anillos. Y las hojas. Y comer cosas dulces. Y los erizos (nadie entiende a Luke). Y los pueblos pequeños. Y la idea de mezclarlo todo en una novela.

5. Tengo un problema importante a la hora de buscar nombres para personajes, porque no hay muchos que me gusten, así que intento no pensarlo demasiado, porque como empiece a darle vueltas… mal. Esto deriva en cosas como que el apellido de Harriet sea «Gibson», porque justo al lado del escritorio tenía la estantería con todos los libros de «Rachel Gibson».

6. Siguiendo el hilo del anterior punto, la mitad de mis lectores cero confunden «Harriet» con «Heather», que es la protagonista de «El día que dejó de nevar en Alaska». Sí, sé que son parecidos. Y lo peor es que tuvieron que frenarme para que no llamase «Harper» a la siguiente, porque al parecer tengo un extraño fetiche con la letra «H».

7. Y en cuanto a Luke… no, ¡no fue a propósito! Pero mi cabeza debió de escuchar «Luke… EVANS» en plan asociación y eso, que cuando me meto en una historia no pienso, pongo el primer apellido que se me ocurre (qué profesional), y escribo y escribo… y sí, él se llama como el conocido actor (que me encanta a niveles muy altos, así que todos conformes).

8. Algo así pasó también con el nombre de «Jamie», que surgió porque justo acababa de terminar de escribir «Sigue lloviendo» antes de empezar esta historia y, sí, adivinad quién era el muso de Víctor… pues Jamie Dornan. Y como mi mente dispersa asocia cosas… pues eso. Lo que es una pena, ahora que lo pienso, porque el nombre de «Jamie» me encanta para chica desde que vi la película de «Un paseo para recordar».

9. Creo que esta es la novela en la que más guiños hay de otras historias. Aparece Alex Harton, el protagonista de «Otra vez tú», al que Barbara nombra en la página 119 como su instructor de surf durante su viaje a California.

10. También en la página 204 hay un pequeño guiño a «Llévame a cualquier lugar», cuando Angie tiene antojo de M&M, pero asegura que los únicos que no puede comerse son los caramelos de color rojo, como le ocurría a Léane ♡

11. Y hablando de esa novela, parece ser que, en algún momento de sus vidas, los caminos de Luke y de Blake se cruzaron en un estudio de tatuajes y… Luke terminó haciéndose el diseño de una brújula, porque cierto tipo le dijo que estaba bien eso de «no perder el norte». Lo tenéis en la página 197.

12. El local que Jamie tiene en el pueblo se llama «Lost». Y sí, lo puse por la serie.

13. Yo pensaba que lo de mezclar la frambuesa con sal lo había visto en algún lugar, estaba convencida de ello, pero… no. La novela ya estaba a punto de publicarse cuando viendo una reposición recordé que salía en un capítulo de «Modern Family» en el que lo que se mezclaba era la sal con el batido de chocolate para potenciar el sabor. Dicho esto, estoy convencida de que al paladar extraño de Luke le sirve cualquier cosa, así que…

14. Luke era mi chico preferido de la serie «Volver a ti», al menos hasta que llegó Jason y me volvió loca durante no sé ni cuántos meses, porque nunca había tardado tanto en escribir una novela. Pero, de algún modo, Luke sigue siendo el más crío de todos mis protagonistas y, como dije en su día, «el niño mimado».

15. Hay un momento en el que Harriet dice que ni siquiera sabría colocar en un mapa «Gambia». Y bueno, cositas personales hay mil en todas mis novelas, a veces de forma inconsciente, en este caso porque fue uno de los viajes que más me marcó.

16. El booktrailer de esta novela lo hicimos cuando fui a Barcelona a visitar la editorial y quedó precioso. Pasamos por una pastelería en la que nos dejaron grabar, fuimos recogiendo hojas del suelo para llenar un botecito de cristal… todo muy cuqui.

17. El título costó mucho. Como todos mis títulos, para qué mentir. El caso es que «33 Razones para volver a verte» es sin duda mi preferido y encontrar uno que estuviese a la altura fue complicado. El original era «La chica más dulce», cuando el primero todavía iba a ser «El chico de ojos grises». Al final surgió por las hojas, por esos otoños que Harriet había pasado entre ellas pensando que nunca llegaría a su vida esa persona especial que a veces le da un giro a todo y suma todavía más. Y entonces apareció Luke.

18. Una de mis lectoras cero, Neïra, a la que muchas conocéis, tuvo el acierto de comentarme que el final podría alargarse un poco más y… sí, le estaré eternamente agradecida por ello. Así que, un año después de poner el punto y final, volví a toquetearla y añadí más cosas.

19. Hubo una canción que marcó el último tercio de la novela, porque fue la única que me acompañó durante ese tramo. Me recordaba mucho a Luke, me hacía conectar con él y la escuché alrededor de cien veces, en bucle. Encendía el ordenador, la ponía y empezaba a escribir. Y así durante horas. La canción es «The Funeral», de «Band of Horses».

20. La receta de tarta de plátano y dulce de leche salado fue una sugerencia de mi correctora, por eso de que a Luke le va lo de mezclar lo dulce con lo salado. Y la incluí.

21. No os hacéis una idea de lo complicado que me fue cuadrar las fechas y los años en esta serie. No solo porque, como sabéis, se narran varios años al inicio, sino porque, cuando escribí «33 Razones para volver a verte», como comenté en las curiosidades de esa novela, lo hice como una historia romántica adulta y ellos tenían veintiocho años. Así que… con «23 Otoños antes de ti» también sufrí para encajarlo todo. Por suerte, con la tercera ya fue fácil.

22. Harriet es un personaje sencillo, muy transparente, no hay que rascar demasiado para entenderla. Sin embargo, sé que en algunos casos costó más comprender a Luke, sobre todo porque no tenía un gran trauma detrás. Pero eso era precisamente de lo que quería hablar a través de su personaje; de que en ocasiones lo tenemos todo (una vida acomodada, salud, amigos, etc), pero aun así nos sentimos infelices. No siempre una persona está deprimida o perdida porque le haya sucedido algo muy grave, a veces sencillamente uno pasa por esas épocas; incluso en lo referente a sentirse culpable o caprichoso por tener todo lo necesario y no ser capaz de valorarlo como debería. Y ese es Luke, que va un poco dando tumbos por la vida sin saber lo que quiere. Empaticé mucho con él.

23. Para el personaje de Harriet me cuadró Britt Robertson. Pero para Luke… ninguno. Es el único protagonista mío para el que jamás encontré un muso que se ajustase a la imagen que tengo de él. Sería como una mezcla entre varios. Podéis haceros una idea en su tablero.

24. Mientras estuvieron separados, Luke la llamó cada noche, durante treinta y tres días exactos, que creo que es un número bastante significativo :P

25. El primer final de la novela no incluía decir qué se había tatuado Luke, terminaba justo ahí, cuando Harriet se echaba a reír al verlo y dejando la duda para que cada uno acabase imaginándose lo que quisiese. Pero tiempo después lo vi tan claro en mi cabeza que decidí añadir que era una abejita colorida.

26. Sé que, en lo que concierne a Jason, el final es cruel. Pero, dejando a un lado el lío en el que se ha metido, os diré que el capítulo 28 de esta historia es relevante también para él y que, además, me gusta pensar que cuando un personaje pasa de ser secundario a principal, como ocurrió con Luke, se los conoce de verdad; porque la primera cara que mostramos al mundo no suele ser la verdadera. Ah, y sé que en esta segunda parte no aparecen tanto los demás amigos como a muchos os habría gustado, pero prometo que en la tercera entrega estarán todos y… lo dejo aquí, que pensar en esto de las despedidas aún no lo llevo bien.

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